ISSN-01862 391

e-ISSN-2395-8235

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Periodicidad: bimestral
Editor: Felipe Aguilar Ituarte
Abreviatura: Acta Pediatr Méx
ISSN: 0186-2391
e-ISSN: 2395-8235

Consideraciones generales para el reporte e interpretación del antibiograma

General considerations for reporting and interpreting the antibiogram

Acta Pediatr Mex 2025; 46 (2): 234-240.

Jocelin Mérida Vieyra,1 David Juárez Hinojos,1,2 Erik Jandete Martínez,1,2 Laura Belmont Monroy,1 Rubén Bautista-Hernández1,2, Alejandra Aquino Andrade1

1Laboratorio de Microbiología Molecular. Instituto Nacional de Pediatría, Ciudad de México, México
2 Programa de Maestría y Doctorado en Biomedicina y Biotecnología Molecular, Instituto Politécnico Nacional, Ciudad de México, México

Correspondencia
Alejandra Aquino Andrade
aaquinoa@pediatria.gob.mx

Este artículo debe citarse como: Mérida Vieyra J, Juárez Hinojos D, Jandete Martínez E, Belmont Monroy L, Bautista-Hernández R, Aquino Andrade A. Consideraciones generales para el reporte e interpretación del antibiograma. Acta Pediatr Méx 2025; 46 (2): 234-240

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El antibiograma es una prueba para determinar la sensibilidad de un microorganismo a diferentes antibióticos. Conocer las bases para su interpretación es responsabilidad de todo el personal involucrado en el diagnóstico, tratamiento y control de infecciones.  Los métodos para obtener el perfil de susceptibilidad son: difusión de disco (DD) y los que reportan la concentración inhibitoria mínima (CIM): microdilución en caldo manual y semiautomatizada, dilución en agar y la difusión en gradiente (epsilometría). A través de estos métodos los aislamientos se pueden categorizar en sensible (S), intermedio (I) o resistente (R)1.

En este documento se plasma una estrategia general para la interpretación del antibiograma (IDA) que se resume en 8 puntos (Figura 1); entre los que destacan la selección de antibióticos de prueba y reporte (Figura 2), eliminación de resistencia intrínseca (RI), detección de mecanismos de resistencia adquirida y la ejecución de pruebas suplementarias (cuadro 1)1.

Las letras chiquitas del antibiograma

Cambio en los puntos de corte de aminoglucósidos. Después de realizar un estudio de farmacocinética y farmacodinamia, el Clinical Laboratory Standard Institute (CLSI) disminuyó los puntos de corte de gentamicina, tobramicina y kanamicina en Enterobacterales. En Pseudomonas aeruginosa, la amikacina solo se considera en el grupo de orina, los puntos de corte para tobramicina se disminuyeron y la gentamicina se eliminó por probable RI1-3.

El CLSI no establece puntos de corte para la tigeciclina, estos pueden consultarse en The European Committee on Antimicrobial Susceptibility Testing y la Food and Drug Administration1,4,5.

El CLSI establece puntos de corte para la fosfomicina con DD, pero están limitados a Escherichia coli y Enterococcus faecalis aislados del tracto urinario. Para realizar las pruebas de susceptibilidad se debe utilizar glucosa-6-fosfato y la CIM solo se obtiene por dilución en agar. La fosfomicina se ha utilizado en terapia combinada para infecciones graves fuera del tracto urinario por bacterias multidrogorresistentes y su uso clínico es una decisión del médico tratante1,6,7.

Puntos clave para la IDA de las especies más frecuentes

Staphylococcus spp.

Es fundamental diferenciar Staphylococcus aureus de otros Staphylococcus (SOSA), ya que algunos antibióticos tienen puntos de corte distintos [oxacilina (OXA), cefoxitina (FOX), vancomicina (VA)] o no están determinados como en la ceftarolina (CPT). El primer paso para la IDA es categorizar en Staphylococcus resistente a meticilina (SRM) o sensible a meticilina (SSM).

La reproducibilidad de la DD y la microdilución en caldo de FOX y OXA son diferentes para las especies de Staphylococcus, por ejemplo, S. aureus y Staphylococcus lugdunensis no se pueden categorizar en S o R a OXA con DD1.  El reporte de estos antibióticos debe ser preciso; en algunos antibiogramas se informa “Detección de cefoxitina: positiva” o “Detección de cefoxitina: negativa”; para un prescriptor con poca experiencia en la IDA, puede ser confuso por lo que se debe aclarar que la detección de FOX positiva se refiere a que el aislamiento en cuestión se categoriza como SRM (resistente a todos los betalactámicos excepto CPT y ceftobiprole) y la negativa como SSM.

La resistencia a macrólidos-lincosamidas-estrepotogramina B (MLSB) puede presentarse como fenotipo constitutivo (cMLSB), inducible (iMLSB) y otros de frecuencia menor. Para distinguirlos se realiza la resistencia inducida a la clindamicina (RIC), antes llamada prueba D; está indicada cuando el aislamiento es R o I a eritromicina (E) y S a clindamicina (CC)1. Un resultado positivo indica el fenotipo iMLSB, por lo que el uso de CC tiene un alto riesgo de falla terapéutica. Si ambos antibióticos son R se trata del fenotipo cMLSB y no es necesario realizar dicha prueba8.

En Staphylococcus spp. no se debe evaluar la sensibilidad a VA con DD. Es importante confirmar el fenotipo VA intermedio con algún método validado, ya que puede asociarse con fallas terapéuticas1.

Enterococcus spp.

La penicilina (P) y ampicilina (AMP) predicen la sensibilidad a otros antibióticos betalactámicos en aislamientos no productores de betalactamasas (mecanismo de resistencia poco frecuente). La resistencia a P y AMP se asocia principalmente a modificación de las proteínas de unión a penicilina1,9.

Los Enterococcus spp. tienen RI a los aminoglucósidos; sin embargo, pueden emplearse en combinación con P, AMP y VA para algunas infecciones. Se debe detectar resistencia de alto nivel a aminoglucósidos, si es resistente indica que no hay sinergia y su uso no se recomienda1,10.

Las especies de este género tienen diferente RI a VA. La susceptibilidad a VA se puede realizar con DD o microdilución en caldo. La resistencia a VA está mediada por genes van, los cuales modifican el precursor D-Ala-D-Ala, esencial para la síntesis del peptidoglicano, reemplazándolo por D-Ala-D-Lac (resistencia de alto nivel) o D-Ala-D-Ser (resistencia de bajo nivel)11.

Enterobacterales

En el antibiograma de Enterobacterales, las betalactamasas de espectro extendido (BLEE) confieren resistencia a cefalosporinas de tercera (C3G) [ceftriaxona (CRO), ceftazidima (CAZ) y cefotaxima (CTX)] y/o cuarta generación (C4G) [cefepime (FEP)] y monobactámicos [aztreonam (AZT)] y sensibilidad a FOX, cefotetan y carbapenémicos (CBP), son inhibidas por el ácido clavulánico (AC)12 por lo que su presencia se puede confirmar con la prueba de BLEE1 (cuadro1).

Algunos Enterobacterales como el complejo Enterobacter cloacae, Klebsiella aerogenes y Citrobacter freundii tienen riesgo de producción moderada o alta de AmpC y en el antibiograma pueden presentar resistencia a C3G, CTX y sensibilidad a FEP y a CBP1,13.

Las familias de serincarbapenemasas (S-CBP) como KPC, SME y GES confieren resistencia a monobactámicos, C3G, C4G y CBP; algunas pueden inhibirse con el AC, mientras que las OXA con actividad de carbapenemasas hidrolizan a los CBP, pero no a las C3G y C4G12, y no existe una prueba con inhibidor específico validada14. Las metalobetalactamasas (MBL) hidrolizan a todos los antibióticos betalactámicos excepto al AZT y son inhibidas por el EDTA12. Las pruebas suplementarias como CarbaNP y el método modificado del carbapenémico (mMIC) pueden confirmar la presencia de estas enzimas1 (cuadro 1).

Es importante considerar que Salmonella y Shigella spp. requieren la definición de antibióticos de prueba y reporte diferente al resto de los Enterobacterales1.

En aislamientos con producción de carbapenemasas (excepto MBL), algunos antibióticos como ceftazidima-avibactam (CZA) cobran importancia15; sin embargo, debido a su baja disponibilidad en hospitales pediátricos, resulta inevitable el uso de terapia combinada con polimixinas y otros antibióticos; para colistina (CL) la microdilución en caldo, elución de disco de CL en caldo y CIM de CL en agar son los métodos aceptados y para polimixina B solo la microdilución en caldo debe utilizarse. Estos métodos permiten categorizar a los aislamientos en R e I, no existen puntos de corte para S. La susceptibilidad a polimixinas no se obtiene por DD, sistemas semiautomatizados o difusión en gradiente1.

P. aeruginosa

La IDA en esta especie requiere la detección de patrones, la resistencia CAZ y FEP y susceptibilidad a CBP se debe principalmente a la sobreproducción de AmpC y en baja frecuencia a la producción de BLEE16.

La resistencia a CPB, particularmente a imipenem (IMP), está mediada por cambios en la porina OprD. La presencia de S-CBP (GES y KPC) confiere resistencia a CAZ, FEP y CBP; cuando los aislamientos portan OXA tipo carbapenemasa, las cefalosporinas pueden ser sensibles sino existe otro mecanismo de resistencia simultaneo16. La producción de MBL, como VIM, IMP o NDM, es menos frecuente (<20%), las pruebas fenotípicas de CarbaNP y mMIC permiten su detección (Cuadro 1) 1.

La resistencia a IMP y MEM y sensibilidad a CAZ y FEP se presenta con una frecuencia del 20-60%; la resistencia a CBP se debe a cambios en OprD y a la sobreexpresión de bombas de eflujo, mientras que la sensibilidad a CAZ y FEP se debe a una producción baja de AmpC. Se recomienda verificar este fenotipo y considerar el uso de CAZ y FEP para el tratamiento a criterio del médico tratante17.

El perfil de resistencia difícil de tratar en P. aeruginosa se define como la no susceptibilidad a CAZ, FEP, PTZ, ATZ, IMP, MEM, CIP y LVX; las guías recomiendan el uso de CZA, ceftolozano-avibactam y cefiderocol; sin embargo, su baja disponibilidad y uso pediátrico limitado obligan el reporte de polimixinas13.

Acinetobacter spp.

A pesar de que tiene RI a AMP, uno de los tratamientos es la ampicilina/sulbactam en combinación con otro agente, por lo que debe considerarse en el nivel 1 de prueba y reporte1.  La resistencia a betalactámicos en este género se debe, principalmente, a betalactamasas tipo OXA con y sin actividad de carbapenemasas para las que no están validadas las pruebas suplementarias debido a su baja sensibilidad (21.3%) (Cuadro 1). La identificación del tipo de carbapenemasa por métodos moleculares, además de orientar al tratamiento, ofrece información para tomar medidas de control de infecciones. Es importante mencionar que la microdilución en caldo es el único método validado para la CL1,13.

Burkholderia cepacia complex (BCC)

La DD, microdilución en caldo y la dilución en agar no ofrecen resultados concordantes para los antibióticos utilizados para el tratamiento de las infecciones de BCC por lo que, se eliminaron los puntos de corte clínicos y solo se consideran valores de corte epidemiológico (VCE) obtenidos por el método de microdilución en caldo1,18. En algunos casos, los VCE pueden ser superiores a las dosis recomendadas. El reporte debe incluir la indicación que la correlación entre los valores de CIM y los resultados clínicos no está establecida por lo que no debe emplearse para orientar el tratamiento clínico1. Figura 1y 2

REFERENCIAS

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