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Uno de nuestros maestros falleció el día 16 de junio de 2024, en su casa de San Ángel Ciudad de México. Fernando German Rueda Franco nació en la Ciudad de México el 27 de junio de 1936, sus padres: un prominente cirujano del ejército mexicano el Dr. Fernando Rueda Magro y la Sra., Matilde Franco Quero. Rueda Franco heredó de su padre el interés por las ciencias biológicas, especialmente la medicina. Durante su infancia asistió a la primaria y secundaria en la Ciudad de México con notas sobresalientes y su vida transcurrió entre el Distrito Federal y el estado de Oaxaca, su “segunda patria”.
Se inscribió en la Escuela Nacional Preparatoria en donde cursó su instrucción de bachiller y posteriormente en la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México, en Santo Domingo. Su paso por la Universidad fue extraordinario, recibió su título profesional el día 29 de junio de 1960 en la facultad de medicina, de Ciudad Universitaria, con la tesis: “Circulación sanguínea cerebral y malformaciones vasculares del encéfalo”, cuyo director fue el Profesor Dr. Manuel Velasco Suárez. La tesis refleja su atención por las neurociencias y el recuerdo de un libro que guardaba como su mayor tesoro: “Las Malformaciones vasculares cerebrales” del profesor Harvey Cushing, con una dedicatoria especial para su padre cuando se encontraba en Boston Massachussets como médico militar de la comitiva presidencial de México.
Desde el punto de vista profesional, en 1963, el Dr. Fernando Rueda fue aceptado para realizar la especialidad de Neurocirugía en el Hospital Infantil de México, bajo la tutela del Dr. Miguel Ramos Murguía; posteriormente, continuó su especialización en el Instituto Neurológico de Nueva York.
Al llegar a la Ciudad de México inició su ejercicio como neurocirujano y, posteriormente, decidió ir a la Ciudad de Chihuahua al Hospital central de la ciudad y clínica del Parque; sin embargo, el destino le deparaba un futuro diferente.
En 1970, Fernando Rueda da el paso más importante de su vida académica, decidiendo regresar a la Ciudad de México para encargarse del Servicio de Neurología y Neurocirugía de la entonces Institución Mexicana de Asistencia a la Niñez IMAN, actualmente Instituto Nacional de Pediatría.
En este hospital forjó una carrera ascendente al encargarse del departamento de Neurocirugía y fundar del curso de pregrado de neurología y del curso de neurocirugía pediátrica que actualmente cuenta con el reconocimiento universitario como especialidad. Su evolución dentro de la institución lo llevó a desempeñar múltiples cargos destacando el de jefe de la división de cirugía, director médico y coordinador de Neurociencias.
En el ámbito societario el Dr. Fernando Rueda Franco mostró siempre un especial interés por participar, llevando por un camino recto e incluyente los puestos que desempeñó, para él, la certificación de especialidad fue una de sus principales preocupaciones, la búsqueda de la excelencia en neurocirugía y mejoría de los cursos para los jóvenes neurocirujanos, fue primordial.
Su examen de certificación lo hizo el 1 de marzo de 1969, otorgándosele el diploma número 52, desde ese momento, Fernando Rueda había trabajado incansablemente para la Sociedad Mexicana de Cirugía Neurológica, así como para el Consejo Mexicano de Cirugía Neurológica. Su desempeño como secretario del consejo, forjó las bases para llevar una relación afortunada con el Consejo Nacional de Especialidades Médicas, fue presidente de dicha sociedad entre 1984 y 1985 y presidente del Consejo mexicano de Cirugía Neurológica entre 1984 y 1985.
En sociedades científicas afines, se desempeñó extraordinariamente como: Secretario general de la Federación Latinoamericana de Sociedades de Neurocirugía; Presidente de la International Society for Pediatric Neurosurgery, Chairman Committee de Auditoria de la World Federation of Neurosurgical Societies; Presidente de la Federación Latinoamericana de Sociedades de Neurocirugía; Miembro del Liaison Committee de la WFNS; Segundo vicepresidente de la WFNS en representación de Latinoamérica y Vicepresidente Honorario de la World Federation of Neurosurgical Societies. Debe destacarse su labor para que México tuviese el X Congreso Mundial de Cirugía Neurológica en Acapulco México, junto a otros dos grandes neurocirujanos, el Dr Mauro Loyo Varela y el Dr. Ernesto Martínez Duhart. En nuestro país, fue Académico titular de la Academia Mexicana de Cirugía y Académico de Número de la Academia Nacional de Medicina.
Investigador incansable, escritor extraordinario, crítico lector, sus artículos revisan temas de interés neuroquirúrgico pediátrico destacando: tumores en niños, epilepsia, neuro infección, trauma craneoencefálico y malformaciones vasculares. Son también de gran interés los relacionados a la bioética, filosofía de la medicina y de interés societario.
Investigador Titular, Fue miembro del Comité Académico en Neurocirugía de la División de estudios de Postgrado de la UNAM; editor asociado para América latina de la revista Child´s Nervous System; Miembro del Comité editorial de las revistas Surgical Neurology (EUA), Neurocirugía (España), Archivos de Neurociencias (México) y Acta pediátrica de México.
El Dr. Fernando Rueda Franco fue conocido por su especial interés hacia las culturas prehispánicas, especialmente los Mayas, con escritos, pláticas y fotos espectaculares, su mundo fue el mundo, incansable viajero visitó diversos países, lugares insospechados, esos rincones especiales que muestran los legados culturales de diferentes sitios del planeta.
Sus principales distinciones, además de su reconocimiento mundial como neurocirujano, son: La medalla como profesor de la Facultad de medicina por 20, 25 y 30 años de servicio; medalla de la Secretaria de Salud por apoyo a las Convivencias Quirúrgicas; Medalla “Dr. Manuel Velasco Suárez” por la Sociedad de Neurocirugía del Estado de México; Medalla “Rodolfo Nieto Padrón” por el Hospital Infantil Villahermosa Tabasco y el Reconocimiento como médico y especialista neurológico, por el gobierno de los Estados Unidos Mexicanos, por su labor incansable a la niñez mexicana.
El Dr. Rueda fue en vida una de esas personas que en mi opinión logró realizarse como profesional, sin perder de vista los mejores disfrutes del ser humano, tener una familia, tener estupendos amigos, poder visitar sitios que, gracias a sus conocimientos culturales, le permitieron admirar y transmitir su recuerdo con una especial maestría, dueño de una gran capacidad para charlar, su memoria sin igual le permitió recordar hechos, fechas históricas y anécdotas maravillosas que se alternan siempre con comentarios sesudos y, por qué no, en ocasiones pícaros, que tenían ensimismada a la audiencia. Como médico, mostró un aprendizaje continuo a través de la lectura concienzuda de los más recientes artículos médicos, al mismo tiempo, comentaba sobre temas de actualidad y lecturas de las mejores obras literarias. Hoy expreso mi tristeza por su pérdida.
Amigos:
Se ha ido un grande de la neurocirugía mexicana, agradezco la invitación para realizar este In Memoriam y menciono como despedida las palabras que en Arlington tienen los que hicieron mucho más de lo que de ellos se espera por su país: “Soldado ¡misión cumplida!”
Anoto el epitafio en el canto de Seikilos o Sicilo en la tumba griega de Éfeso para recordar a uno de los fundadores del Instituto Nacional de Pediatría, que dio una gran parte de su vida para nuestro hospital:
Mientras vivas brilla
No temas nada en absoluto
Que la vida dura poco
Y el tiempo…
El tiempo exige el final
SIEMPRE TE RECORDAREMOS AMIGO QUERIDO …