El inicio de cada año representa un punto de corte, pero también un punto de partida para los proyectos individuales y colectivos. El 2024 representa un año crucial para la historia de México y del mundo, pues más de 70 países tendrán elecciones internas y, consecuentemente, habrá cambios sustanciales en sus gobiernos y las políticas de salud.

Este año, Acta Pediátrica de México tiene la vocación de convertirse en un factor importante de cambios y propuestas que permitan un acelerado crecimiento hacia la mejora y prosperidad. Así mismo pretende ser un factor que influencie en la conducta diagnóstico-terapéutica del profesional de la salud y, de esta forma, repercutir positivamente en los pacientes preservando y mejorando su salud y calidad de vida y la de sus familias. Para nosotros 2024 representa, como los años anteriores, una invaluable oportunidad para proponer, reinventarnos y continuar con el trabajo de más de 40 años ininterrumpidos.

Para los profesionales de la salud que atienden a la población pediátrica es claro que los cambios relacionados con las diversas enfermedades se ven influenciadas por aspectos no siempre de carácter biológico, sino que están relacionados por diferentes factores familiares sociales y ambientales, por lo que cada número que publiquemos en lo subsecuente en Acta Pediátrica de México tendrá como propósito integrar dichos aspectos.

En este primer número publicamos una propuesta de revisión del tema de la utilidad de la Telemedicina, en uno de los importantes grupos poblacionales de la edad pediátrica: los neonatos. Estamos seguros que este manuscrito nos llevará a la reflexión de cómo optimizar y utilizar adecuadamente dicho recurso y convertirla en una herramienta asequible y adicional para el profesional de la salud, con la finalidad de acelerar los procesos diagnósticos y, en consecuencia, terapéuticos de los pacientes. Por otro lado, y haciendo alusión a la reciente pandemia y los efectos de ésta, el artículo de Emetropización señala el impacto en la salud visual de los niños por el uso prolongado de las tecnologías digitales, que se traduce en mayor tiempo de visualización de las pantallas, como parte de la herramienta educativa de los niños, lo que resulta en consecuencias, pero será útil para integrar en el pensamiento diagnóstico la sana visión de los pacientes pediátricos. Estos son solo dos ejemplos que cito, no omitiendo que dichos manuscritos provienen de nuestros colegas del continente europeo y que de manera implícita refleja cómo el efecto de globalización es patente en nuestra revista.

Sirva pues este inicio de año para encomiar y entusiasmar a los clínicos, investigadores que se ocupan de la salud de los niños a compartir sus experiencias en forma de manuscritos que lleguen al buen puerto de la publicación y enriquezcan nuestras posibilidades de intervención a favor de los niños de México y del resto del mundo.