INTRODUCCIÓN
La vacunación universal, gracias a su alta cobertura, es una de las estrategias más efectivas en salud pública, pues ha contribuido a disminuir de manera muy importante la incidencia de muchas enfermedades infecciosas y erradicar algunas de ellas.1
Los programas de vacunación mundial han logrado avances globales significativos en la mejora de la salud de los niños, incluida la erradicación de la viruela, uno de los mayores logros de la humanidad.
Las vacunas han salvado incontables vidas al reducir la incidencia mundial de la polio en 99% y la enfermedad, discapacidad y muerte a causa de la difteria, tétanos, sarampión, tosferina, Haemophilus influenzae de tipo b y la meningitis meningocócica.2 Gracias a este esfuerzo se evitan al año alrededor de 3 millones de muertes en niños.3
A pesar de obtener coberturas elevadas en vacunación, una gran amenaza para los países desarrollados es no alcanzar la cobertura deseada porque existen niños que pueden permanecer sin vacunarse o con esquemas incompletos por diversos factores, lo que condiciona una oportunidad perdida con un riesgo aumentado de enfermedades inmunoprevenibles. Si mejora la cobertura mundial de vacunación podrán evitarse otros 1.5 millones de fallecimientos.4
Se denomina oportunidad perdida de vacunación a todas las situaciones en las que una persona acude a un centro de salud o son visitados por las brigadas de vacunación y no se le aplican las vacunas necesarias, a pesar de NO tener contraindicaciones.5
Es importante que los niños reciban las vacunas en los tiempos previstos, pues si se retrasan permanecen en situación de riesgo con la probabilidad de contraer una enfermedad inmunoprevenible que podría, perfectamente, haberse evitado.5
Contraindicaciones y precauciones con las vacunas
Un aspecto muy importante vinculado con la seguridad de las vacunas es conocer las contraindicaciones y precauciones verdaderas de cada una a fin de evitar vacunar cuando no está indicado por algún riesgo. Por el contrario, el no aplicar una vacuna por falsas contraindicaciones puede dar como resultado oportunidades perdidas de proteger en contra de enfermedades graves.
Antes de vacunar debe comprobarse si el paciente tiene contraindicaciones temporales o permanentes para ello.
La contraindicación para vacunar está condicionada por un receptor que aumenta el riesgo de una reacción adversa severa. Por lo tanto, la vacuna no debe administrarse cuando existe una contraindicación. 6
Precaución para vacunar, el riesgo de una reacción adversa es menor y la vacunación puede recomendarse si el beneficio de la protección de la vacuna es mayor que el riesgo de una reacción adversa o una respuesta incompleta. La mayor parte de las precauciones son por reacciones temporales y entonces puede aplicarse posteriormente.7
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