Señor Editor:
En la actualidad se hace cada vez más común el empleo de medidas del tamaño del efecto al momento de informar los resultados de investigaciones en ciencias de la salud en general1 (y pediatría en particular)2,3 debido a que brindan a la comunidad académica una interpretación más completa en comparación a la brindada por el test de significancia de la hipótesis nula (NHST, por sus siglas en inglés).4 A pesar de esto, en investigaciones en ciencias de la salud, que tienen como objetivo la comparación de una variable entre 2 o más grupos (por ejemplo, sexo, tipo de enfermedad, tipo de familia, etc.), es común recurrir a la interpretación del valor del NHST para concluir la existencia o no de diferencias estadísticamente significativas entre las medias de los grupos comparados, expresada en la probabilidad de que esta diferencia ocurra debido a un error en el proceso de muestreo.5
En años recientes, el empleo de NHST es discutido por varios investigadores6,7 quienes no lo consideran un procedimiento adecuado para la estimación del valor práctico de los resultados, debido, básicamente, a dos características principales: su dependencia del tamaño o magnitud del efecto y su sensibilidad al tamaño muestral. Así, un estudio podría reportar resultados estadísticamente significativos teniendo un tamaño del efecto grande y una muestra pequeña o teniendo un tamaño del efecto pequeño y una muestra grande.5
Ante esta situación, la existencia de diferencias según los grupos de comparación, hace necesario también reportar los estadísticos del tamaño del efecto, como un procedimiento que permite cuantificar la magnitud de la diferencia entre grupos.8
Así, el objetivo de la presente carta es dar evidencia acerca de la importancia del reporte de medidas del tamaño y del efecto, para la comparación de dos grupos independientes en investigaciones en pediatría, mediante el cálculo de la d de Cohen. Para ello, se utilizarán, a modo de ejemplo, los importantes resultados de Muriel-Vizcaíno y colaboradores,9 publicados en esta revista, quienes brindan una contribución acerca de la existencia de diferencias significativas de la calidad de vida entre niños con inmunodeficiencias primarias por defectos en la producción de anticuerpos y niños sanos en base al NHST, entre otros importantes resultados.
El cálculo mediante la d de Cohen, se realiza a partir de la siguiente fórmula: d= (M1-M2)/DEponderada; donde, (M1–M2) son las diferencias de las medias de los grupos comparados y DEponderada es la desviación estándar ponderada. Para la valoración de la d, Cohen8 señala que valores menores a .20, no presentan efecto; .21 a .49 tienen efecto pequeño; .50 a .70 evidencian efecto moderado; mientras que valores iguales o superiores a .80 presentan un efecto grande.
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