DEFINICIÓN
Un soplo cardiaco es un fenómeno acústico ocasionado por el cambio del flujo sanguíneo laminar a flujo turbulento;1,2 ocurre durante el paso de sangre a través de estructuras cardiacas o vasculares como defectos septales, válvulas o en la bifurcación de los vasos. Un soplo normal se produce en ausencia de cardiopatía y de manifestaciones clínicas. Se debe al incremento de velocidad del flujo sanguíneo o al cambio en el diámetro de las estructuras cardiacas. Aunque se prefiere usar el término normal también es conocido como soplo inocente, inorgánico o fisiológico.3
EPIDEMIOLOGÍA
Hasta 80% de los recién nacidos y cerca de 60% de los niños escolares pueden presentar soplos.1,4 De hecho, se considera que todos los niños presentarán algún soplo durante su desarrollo normal.3
CARACTERÍSTICAS GENERALES DE LOS SOPLOS NORMALES
Los soplos normales pueden identificarse fácilmente si se conocen sus características en común como la ausencia de síntomas, momento del ciclo cardiaco en el que se presentan, intensidad y comportamiento:
- Análisis clínico: el interrogatorio es muy importante para el diagnóstico de un soplo normal. No deben existir síntomas de cardiopatía ni signos clínicos de insuficiencia cardiaca o cianosis.
- Momento: los soplos normales son sistólicos a excepción del zumbido venoso, que es continuo. Cualquier soplo diastólico debe considerarse patológico y se recomienda realizar estudios de apoyo como radiografía de tórax, electrocardiograma y ecocardiograma.4
- Intensidad: en 1933 Levine5 clasificó los soplos en 6 grados de acuerdo con su intensidad (Cuadro 1). Los soplos normales son de intensidad igual o menor al grado II.
- Ausencia de fenómenos agregados: un soplo normal no ocupa la totalidad de la sístole, por lo que el primer y segundo ruidos están conservados. El desdoblamiento fisiológico y no constante del segundo ruido cardiaco se conserva y no existen otros fenómenos agregados como chasquidos.
- Comportamiento ante algunas maniobras: los cambios de posición como poner al paciente de pie, la maniobra de Valsalva o la actividad física pueden disminuir la intensidad del soplo o incluso lo pueden hacer desaparecer.
Estudios adicionales. Existe controversia sobre la necesidad de estudios adicionales ante un soplo normal. Muchos autores consideran que si se trata de un soplo de características normales en un niño asintomático, con peso y talla normales, no se requieren más estudios2 pues no generan diferencia significativa en el diagnóstico.6,7
El examen físico realizado por un pediatra tiene sensibilidad de 86% y especificidad de 61%. El examen físico más una radiografía de tórax y un electrocardiograma tienen sensibilidad de 88% y especificidad de 83%.8 Por ello otros autores recomiendan que el estudio del soplo normal se complemente con dichos estudios.
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