Se denomina fotoprotección al conjunto de medidas que se pueden instaurar con el fin de proteger a la piel de la agresión producida por la exposición a los rayos solares. Incluye medidas físicas de evitación y el uso de fotoprotectores con el objetivo de prevenir posibles daños de la radiación ultravioleta en la piel.1
RADIACIÓN ULTRAVIOLETA
El 5% de la luz solar que alcanza la tierra corresponde a radiación ultravioleta (290 a 400 nm); de acuerdo con su longitud de onda se le clasifica en UVA, UVB y UVC. La capa de ozono bloquea por completo la radiación UVC (100-290 nm) y atenúa la cantidad de UVB (290-320 nm) que llega a la superficie terrestre; en tanto que la radiación UVA (320-400 nm) y la luz visible son las más abundantes. La UVA se ha relacionado con el fotoenvejecimiento mientras que la UVB es la causante principal del eritema, la quemadura solar y los efectos carcinogénicos de las radiaciones solares.1-4 La exposición crónica a la radiación ultravioleta causa fotoenvejecimiento, disminución de la respuesta inmunológica a patógenos ambientales e incrementa el riesgo de desarrollar neoplasias premalignas y malignas.1
MEDIDAS DE PROTECCIÓN SOLAR
Las medidas de protección solar pueden ser endógenas (constitucionales) o exógenas. La fotoprotección endógena incluye los mecanismos de protección natural contra la radiación ultravioleta (dependientes de cada individuo), en tanto que la exógena incluye las medidas físicas para evitar el daño a la exposición solar y el uso de fotoprotectores5 (Cuadro 1).
Medidas físicas
La medida más importante para prevenir los efectos de la radiación ultravioleta consiste en evitar o reducir el tiempo de exposición al sol. Los niños, por el mayor número de actividades que realizan al aire libre, reciben hasta el triple de radiación solar que los adultos. Por ello se deben evitar las actividades al aire libre entre las 11 y las 16 horas, fomentar el uso de lugares sombreados y evitar la exposición solar intencionada, incluyendo a las camas de bronceado.1
Si se va a estar expuesto al sol se debe cubrir la mayor parte posible del cuerpo con ropa. El nailon, la seda y el poliéster protegen mejor que el algodón, la viscosa, el rayón y el lino. La protección es mayor cuanto más “cerrado”, más pesado y más grueso es el tejido. Deben preferirse los colores oscuros que incrementan de 3 a 5 veces el grado de protección de un tejido.5,6
Para la protección de cara y cuello se requiere el uso de gorras y sombreros, éstos proveen mayor protección cuanto mayor sea el área que cubren. Los lentes de sol protegen los ojos y las regiones perioculares y deben tener filtros solares homologados para los niños.1
Para leer la información completa, por favor descargue el archivo PDF.