Hemos leído con satisfacción la publicación en Acta Pediátrica de México del Volumen 41, Suplemento 1, 2020 que trata sobre la pandemia por SARS-CoV-2 que genera COVID-19 y que mundialmente está afectando al ser humano.1 En éste, se hace una revisión exhaustiva de los acontecimientos más importantes de la pandemia por el virus SARS-CoV-2 y la enfermedad que origina COVID-19. De esta manera, el personal médico y paramédico del Instituto Nacional de Pediatría así como los lectores de Acta Pediátrica de México podrán estar enterados del conocimiento que a nivel mundial, actualmente se tiene sobre la epidemiología, fisiopatología de la infección, del cuadro clínico en niños, los procedimientos de laboratorio y gabinete requeridos para establecer el diagnóstico, la estrategia desarrollada para su atención de emergencia, el estado actual para el desarrollo de una vacuna y, lo más importante, por el momento, se presentan las medidas requeridas universalmente para que la población humana no adquiera la infección.2
Dos aspectos son relevantes en la realización y presentación de este Suplemento:
a. Cada artículo, generalmente requirió desde su presentación a su aceptación editorial, un promedio de 3 a 4 semanas (mayo-junio) y el Suplemento salió publicado dos o tres semanas mas tarde (mes junio). Ello habla de la disposición que los directivos del INP y de Acta Pediátrica de México tuvieron para realizar, en tiempo récord, esta publicación.
b. Por otra parte, toda la información vertida en este Suplemento se encuentra sustentada en bibliografía internacional seleccionada con rigor científico.
En un afán por colaborar en el esfuerzo académico y editorial realizado, y tomando en consideración que la pandemia en México no está ni remotamente controlada, nos hemos dado a la tarea de hacer las siguientes consideraciones, para evitar que las niñas, niños y adolescentes que aparentemente están sanos y los que sufren alguna comorbilidad, no se infecten. De esta manera, intentamos apoyar a todos los médicos, a los profesionales paramédicos y a los lectores de Acta Pediátrica de México para que extiendan esta información y la apliquen al realizar su práctica profesional.
Como ya se mencionó, una faceta que no fue considerada totalmente en el Suplemento fue no atender integralmente a la población infanto-juvenil aparentemente sana o aquella que cursa con alguna comorbilidad para que no adquirieran la infección.
Ello, nos dio la pauta para insistir al grupo médico y paramédico sobre la importancia que tienen las estrategias de prevención en numerosos problemas que afectan la salud y las vidas de las niñas, niños y adolescentes, como son los accidentes, las infecciones virales o bacterianas por no lavarse las manos, las vacunas, etc. y en este momento, la pandemia generada por el virus SARS-CoV-2 no debe ser la excepción.3
Desarrollar otras estrategias preventivas que se suman a las mundialmente aceptadas (lavado de manos, aseo bucal frecuente, el manejo correcto de la tos o el estornudo, mantener la sana distancia, el uso constante de cubre bocas) varía si se está frente una población infanto-juvenil con alguna comorbilidad o ante una población aparentemente sana.3
Dentro del primer grupo tenemos a dos poblaciones:
a. Niñas, niños o adolescentes con alguna comorbilidad, pero sin COVID-19
En general, la mayoría de los pacientes con cáncer, algún padecimiento hematológico, otros que provocan inmunosupresión o una enfermedad crónica, precisan seguimiento médico constante. La continuidad de los diversos protocolos dependerá del momento clínico en que se encuentre cada paciente. Para este grupo, se incrementarán las medidas de diagnóstico del contagio por SARS-CoV-2 y aún en los asintomáticos, como una medida aparentemente estándar, antes de iniciar una fase de riesgo en su tratamiento de su enfermedad principal (por ejemplo, inducción a la remisión en un paciente con leucemia) y evidentemente, se aplicarán todas las estrategias preventivas. Obviamente, este grupo de menores tendrán que ser sometidos rigurosamente a las estrategias preventivas contra la COVID-19, universalmente aceptadas y en todos sus contactos.4-5
Por otro lado, una insistencia en lo que corresponde al manejo de la salud mental de estos niños. Este deberá ser más intenso, en virtud de que si están hospitalizados, sus padres no permanecen mucho tiempo con ellos. Por lo tanto, esta situación seguramente les generará ansiedad y tristeza. Un apoyo podrá ser una mayor comunicación telefónica o la implementando de video conferencias.
Para leer la información completa, por favor descargue el archivo PDF.