ANTECEDENTES
El término “Dismorfología” fue utilizado por primera vez en 1966 por David Smith.1 La Dismorfología es la rama de la Genética clínica que evalúa y analiza las anomalías morfológicas en el ser humano.2–4 Una alteración dismorfológica o del desarrollo puede ser clasificada como malformación, disrupción, displasia o deformación.2,3
La anemia de Fanconi es un síndrome de inestabilidad cromosómica con alta frecuencia de anomalías dismorfológicas.5 La prevalencia global de la anemia de Fanconi es de 1-9 casos por cada millón de personas.6 Las alteraciones que forman parte del fenotipo de la anemia de Fanconi pueden agruparse en 3 rubros: hematológicas, oncológicas y del desarrollo físico.7 Las manifestaciones hematológicas dan nombre a la enfermedad y aparecen en el 96% de los pacientes.8 El porcentaje de pacientes que evoluciona a cáncer varía del 12 al 17%, según la población estudiada.8,9 La mediana de edad de aparición, incluidos todos los tipos de cáncer, es de 16 años, edad mucho más temprana que la observada en la población general para esos tipos de cáncer.9–11 Finalmente, en casi el 80% de los pacientes con anemia de Fanconi se ha reportado al menos una anomalía del desarrollo físico.12
La fisiopatología de la anemia de Fanconi se debe a una alteración de la vía FA/BRCA.5 Esta vía regula la reparación de enlaces covalentes cruzados en el ADN a través de recombinación homóloga.5 Hasta la fecha, variantes patogénicas en 22 genes (FANCA-FANCW) se han asociado con el fenotipo de la anemia de Fanconi.13 La deficiencia congénita en esta vía de reparación, conduce a la disminución de la cantidad de células troncales y progenitoras hematopoyéticas e incrementa el riesgo de cáncer.14 Hasta la fecha no se ha esclarecido la relación entre la deficiencia en la reparación del ADN y el origen de las alteraciones del desarrollo en la anemia de Fanconi.5
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