RESUMEN CLÍNICO
Niño de 1 año 10 meses de edad, originario de Irapuato, Guanajuato, sin antecedentes de importancia para el padecimiento actual. Inició dos meses previos a su ingreso con crisis convulsivas tónico-clónicas generalizadas de 15 segundos de duración durante el sueño. Se realizó electroencefalograma que reportó actividad epileptiforme, por lo que se dio tratamiento con ácido valproico. Una semana previa al ingreso se agregó ataxia troncal impidiendo la marcha, por lo que se realizó una tomografía axial computarizada de cráneo en la que se observó un tumor en fosa posterior con densidad heterogénea y áreas de necrosis central que obliteraba el cuarto ventrículo, ocasionando efecto de masa y desplazamiento ventral del tallo cerebral. Por tal motivo, fue referido a nuestra institución.
A su ingreso se realizó tomografía axial computarizada donde se observó una tumoración heterogénea que ocupaba y expandía al cuarto ventrículo, con compresión de las estructuras circundantes, y una gran dilatación ventricular con moderado edema transependimario. Dos días después hubo datos de cráneo hipertensivo, por lo que se colocó sistema de derivación ventrículo peritoneal de urgencia (Figuras 1 y 2). Un mes después se realizó craniectomía programada para resección tumoral administrándose 3 dosis de cefalotina como tratamiento antibiótico profiláctico.
En el tejido tumoral analizado se observó una neoplasia maligna de estirpe glial compuesta de células con núcleos regulares, redondos a ovalados y abundante cromatina granular; entre los núcleos era evidente un fondo gliofibrilar variablemente denso; con mucha frecuencia se reconocían pseudo-rosetas perivasculares en las que las células tumorales estaban dispuestas alrededor de los vasos, con una zona intermedia que constaba de prolongaciones ependimarias finas dirigidas hacia la pared del vaso (Figura 3). Las células neoplásicas también formaban estructuras pseudo-glandulares redondas o alargadas (rosetas, conductos) que recuerdan el conducto ependimario embrionario, con prolongaciones largas y delicadas que se extendían dentro de una luz. Con los hallazgos histopatológicos de obvia diferenciación ependimaria en las áreas hipercelulares, pero sin actividad mitótica evidente, necrosis, ni proliferación vascular y que alternaba con áreas hipocelulares en donde predominaba el fondo gliofibrilar, la neoplasia fue diagnosticada como ependimoma celular grado II de acuerdo con la clasificación la Organización Mundial de la Salud.1
Al décimo día de la craniectomía presentó endotropía, somnolencia e hipertensión, realizándose tomografía axial computarizada cerebral donde se encontró hematoma hiperdenso residual en el lecho quirúrgico y se observó nuevo incremento en la talla ventricular, por lo que pasó a quirófano para exteriorización del sistema de derivación ventrículo peritoneal por hemorragia intraventricular (Figura 4). Se agregó fiebre hasta 38.6°C de difícil control, por lo que se inició esquema antibiótico con ceftriaxona y vancomicina a dosis de sistema nervioso central, para cobertura de bacilos Gram negativos y cocos Gram positivos, respectivamente. En el cultivo de líquido cefalorraquídeo hubo desarrollo de Pseudomonas aeruginosa por lo que se suspendió ceftriaxona y se inició meropenem (120 mg/kg/d). Se reportó antibiograma de P. aeruginosa con resistencia a carbapenémicos, sensibilidad intermedia a piperacilina/tazobactam y sensibilidad a cefalosporinas de cuarta generación, por lo que se suspendió meropenem y se inició cefepima (150 mg/kg/d).
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