INTRODUCCIÓN
Uno de los grandes problemas que actualmente vive la humanidad entera es la violencia en general y, desgraciadamente, esta condición también afecta específicamente a las familias, ya sea como violencia familiar y/o como consecuencia de un divorcio o separación de la pareja, condición que puede ser de común acuerdo o violento. 1-5
El hecho de que dos personas se divorcien o separen constituye un fracaso personal, familiar o social y el problema se torna más grave, si existen dos condiciones específicas:
a) Cuando la separación o divorcio es “tormentoso” o violento.
b) Si existen hijos de dicha unión.
En el campo de la pediatría y la psicología infantil y/o familiar, el profesional de ambos campos se enfrenta con frecuencia a manifestaciones clínicas muy disímbolas que solamente con la experiencia clínica del pediatra, del psiquiatra o del psicólogo se pueden considerar, aunque no inicialmente, como una consecuencia de lo que las niñas niños y adolescentes (NNA) están viviendo. De hecho, ante estas manifestaciones, para considerar y entender esta posible causa etiológica, se requiere hacer un diagnóstico diferencial con ciertos problemas médicos relativamente cotidianos como: parasitosis intestinal, anemia, mala nutrición, alteración de la agudeza visual, “bullying”, ansiedad, depresión, ausentismo escolar etc.6-11 Cuadro 1
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