INTRODUCCIÓN
El cortisol y la corticosterona son hormonas sintetizadas y secretadas por la corteza (cortico) de las glándulas suprarrenales a partir del metabolismo del colesterol (esteroides). Debido a su papel en el metabolismo de carbohidratos se clasifican como glucocorticoides. Su regulación es dada por el eje hipotálamo–adenohipofisiario y tienen un papel pleiotrópico en homeostasis, metabolismo celular y regulación inmune.
El metabolismo de la corticosterona es resultado de la síntesis y secreción de aldosterona en la corteza de las glándulas suprarrenales. La aldosterona tiene la función principal de regular la reabsorción de sodio en distintos tejidos, por lo que se clasifica como mineralocorticoide.
Hoy existen derivados sintéticos para uso sistémico (vías oral, intravenosa, intramuscular) y para uso tópico que disminuye el riesgo de efectos adversos (vía oftálmica, ótica, intranasal, inhalada, dérmica, intraarticular). La hidrocortisona es la forma sintética del cortisol. El efecto antiinflamatorio e inmunosupresor se debe al efecto glucocorticoide y son fundamentales para el tratamiento de enfermedades inflamatorias, autoinmunes, alérgicas y hemato-oncológicas. Son fármacos costo-efectivos, aunque estos beneficios son limitados por los efectos adversos, especialmente cuando se usan dosis altas o por tiempos prolongados.
MECANISMO DE ACCIÓN
Los glucocorticoides atraviesan la membrana celular bifosfolípida por su composición lipofílica y se unen al receptor de glucocorticoides en el citoplasma. Una vez activado, se reconocen dos vías en el mecanismo de acción: genómica y no genómica.
En el mecanismo genómico, el receptor de glucocorticoides sufre un cambio conformacional, se activa y traslada al núcleo donde activa o inactiva la transcripción de genes por medio de elementos de respuesta del glucocorticoide. Los efectos antiinflamatorios se deben a este mecanismo genómico de «trans-represión», donde el receptor de glucocorticoides unido a su ligando interfiere con la activación de factores de transcripción, producción de citocinas proinflamatorias y factores para maduración leucocitaria. Se habla de «trans-activación» al efecto de incrementar la síntesis de moléculas antiinflamatorias. Es importante recalcar que este mecanismo tarda horas a días en presentarse.
Los mecanismos no genómicos son inmediatos (segundos a minutos), resultado de interacciones físico-químicas. Se deben a la activación de cascadas de señalización intracelular mediadas por quinasas con efecto antiinflamatorio. Dentro de los efectos reconocidos se encuentra la interferencia con el metabolismo de ácido araquidónico, la inducción de apoptosis y disminución de maduración leucocitaria. También se reconocen aquellos efectos directos evitando la activación del endotelio vascular (Figura 1).
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